lunes, 18 de mayo de 2009
Qué maravilloso es el cine
Posted on 18.5.09 by Rafael Huete
En estos tiempos en los que los directores de cine y los guionistas nos toman por memos que no sabemos atar los cabos de una película si no nos muestran el desarrollo de un acción de manera explícita, da gusto ver películas como... El Padrino. Creo que es la primera vez que en este blog, se habla del leit motiv de su creación. Digo esto porque si no hubiera visto hace mucho años esta joya del cine, no amaría al cine de la forma en que lo hago, y este blog o no existiría o perdería gran parte de su significado. Empezando por mi "nombre". Quien me conoce sabe de mi pasión desmedida por El Padrino, de mi pesadez al poder estar horas y horas hablando de la película, de mi fetichismo por todos aquellos objetos relacionados con la película. Pero el tema del post no es mi frikismo mafioso, sino una escena que cada vez que la veo, se me ponen los pelos de punta.
Bien es verdad que la película tiene muchísimas escenas memorables, y alguna hay que me gusta más que la que voy a comentar (estoy pensando que lo mismo hago una sección de Escenas de El Padrino), pero esta en particular, que es hacia el final de la primera parte, hace que un escalofrío recorra mi espina dorsal. Y el motivo de que hoy me dé por comentar esta escena es porque anoche la vi por tainteigesima vez. Por situar un poco el contexto de la acción y resumirlo por encima para quien no haya visto la película (imagino que serán muy poquito) Michael Corleone es el hijo de El Padrino, Don Vito. Es un joven apuesto, combatiente de guerra, tranquilo, moderado, con las manos limpias y sin ganas de convertirse en un mafioso ni seguir el camino de su padre y hermanos. Su novia, Kay, con la que está a punto de casarse, no conoce toda la historia de la familia Corleone, pero Michael se la cuenta y le promete que él no será como ellos. Ante esta promesa, se casan. Pero las circunstancias, hacen que el pequeño de los Corleone se convierta en el nuevo Don. En esta escena, Kay y el espectador, toman conciencia de que Michael ya es el nuevo Padrino.
La cámara está situada en la habitación contigua al despacho de Michael Corleone. Kay sale de él tras hablar, más bien discutir, con su marido. Con la maravillosa melodía princpal de la película de fondo, vemos en un primer plano difuminado a Kay, y al fondo, empiezan a llegar hombres al despacho de Corleone, donde le muestran su fidelidad y su respeto por ascender a Don. En ese momento, la mano derecha del Padrino, Al Neri, se acerca a la puerta desde la que está mirando Kay toda la escena, y con un gesto frío y duro, sin mediar palabra, la cierra ante la cara de espanto e incertidumbre de la mujer. Quizás explicada así por separado, extrayéndola de la película y vista en un video de 40 segundos, pierde su fuerza, pero en el contexto de la película, por lo menos a mí, me parece algo sobrecogedor. Aquí dejo el video y mientras me iré pensando eso de una sección sobre escenas de El Padrino.
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4 Response to "Qué maravilloso es el cine"
tu pesado con el padrino?? no no ni mucho menos jaja.. Un beso tk
Y por qué no de escenas de cine en general?
Qué curioso, yo también revisité de nuevo "El Padrino" la semana pasada. Eso sí, esta vez en alta definición.
También tengo esa enfermiza obsesión por el cine de mafia, especialmente por esta película.
No sé si ya lo habrás visto, pero en la página blogdecine.com están haciendo un especial Coppola, y sobre el Padrino han hecho un extenso análisis que quizás te pueda interesar.
Te dejo aquí el link a la página de la primera parte del análisis http://www.blogdecine.com/directores/el-padrino-cinco-hijos-y-un-padre
PD: Debería estar prohibido redoblar las películas. En la nueva edición en dvd y blu-ray, la que han llamado "La remasterización de Coppola" la han redoblado, aunque a su favor debo añadir que han respetado también la pista de audio con el antiguo doblaje.
Gracias por el link Charlie G porque no sabía esto que comentas.
Y sobre lo del redoblaje, si ya me parece una monstruosidad algunos doblajes, el redoblaje me parece deleznable. Es verdad que el doblaje al español de El Padrino no es del todo malo, pero esa voz de Michael Corleone en la versión original, pone la piel de gallina.
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