martes, 1 de diciembre de 2009

Caraduras musicales

Posted on 1.12.09 by Rafael Huete

Voy a empezar este post con una serie de afirmaciones que se pueden calificar de absolutas obviedades pero que no está de más recordarlas y tenerlas presentes. Cuando un panadero vende una barra de pan, cobra en el momento de su venta y ya está. Cuando un carpintero te fabrica una mesa, te la vende, la cobra en el momento de su venta y ya está. Cuando un camarero te sirve un Old Fashioned, te lo cobra en el momento de su venta y ya está. Algo similar a lo que ocurre con un vendedor de pararrayos, que te lo cobra en el momento de su venta y ya está. Un librero te cobra el libro en el momento de su venta y ya está. Bien, pues entonces ¿por qué cojones un cantante o músico, después de vender su disco (que en la mayoría de casos no sirven ni para espantar a las palomas de los balcones), tiene que seguir cobrando toda su vida por ese trabajo realizado? Un escultor realiza un trabajo propio, algo de autor también, lo vende a una galería o a un particular, y no se tira los siguientes "x" años cobrando cada vez que alguien ponga esa escultura en un bar o cuando alguien quiera hacerle una foto sin pagar.

Y es que claro si vemos los artistas que esta mañana han protestado en contra de la piratería, pues es para echarse a temblar. Allí estaban Chenoa, que seguro que se baja del Emule las canciones del Bisbal para joderle; Antonio Carmona, que yo pensaba que tras dejar Ketama se dedicaba a otros menesteres; Luis Eduardo Aute, que el último disco que vendió fue hace más de treinta años y que dudo mucho que sean muy pirateadas sus canciones, y que encima ha amenazado con actos más contundentes si no se actúa; Rosario Flores, que desde que su gato dejó de hacer "uy uy uy, ay ay ay", no tenemos muchas noticias de ella; Tamara, una chiquita que participó en Lluvia de Estrellas y a la que parece que el humo del escenario le dejó tocado el sentido común. Otros compinches que estaban en el acto eran David de María, La Oreja de Van Gogh o Loquillo. Es decir, la creme de la creme.

El problema que tiene esta gente es su caradura y su cinismo. Además de su hipocresía y falsedad de argumentos. ¿Qué le hace más daño a un artistazo como Antonio Carmona o Chenoa, que mi primo Sesibuto se baje una canción suya, o que la productora Tal y la distribuidora Cual se lleven el 80% de los ingresos por disco? Porque vamos siempre se ha dicho y los artistas reconocen y así está probado, que un cantante verdaderamente gana pasta por los conciertos, no por los discos, así que lo chungo sería piratear conciertos y no CD´s. Y ya no es eso, es que además nos cobran un canon por CD virgen por si acaso se nos ocurre piratear. Es decir que si yo quiero grabar en ese soporte las fotos de mi excursión de fin de semana por Villarejo del Trebujeque, pues tendré que pagar igual el canon aunque no vaya a utilizarlo para grabar alguna de esas mierdas con que nos saturan estos artistas apesebrados. Malito me pongo con este tema.

5 Response to "Caraduras musicales"

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Lightkun Says....

Esto de los artistas que se manifiestan lo he visto hoy en las noticias y es que ni me ha sorprendido, porque tienen tanta cara que se les ve venir siempre.

La verdad es que todo lo que se ha dicho sobre este tema ya está muy trillado, pero a mi lo que más gracia me hace de este asunto es cuando hablan de "industria" y de "la muerte de la música" y se quedan tan anchos. Aver si se dan cuenta estos manifestantes de que la música ya existía antes que la industria, y que ésta no es la dueña de la música, es decir que si se muere algo, es la industria, pero la música jamás. Pero eh, son muy listos, porque todo está en enmascarar las verdades y en decir que se cargan "la música" cuando en realidad es "su música", que casualmente está echa con el único fin de vender y ponerla 50 veces al día en radio y tele para que te la tragues quieras o no quieras.

Está demostrado que desde que existen las descargas por internet la gente acude mucho más a los conciertos, y la venta de discos de la gente menos conocida ha subido. Curiosamente internet equilibra la balanza, pero claro, a estos buitres del dinero no les interesa que cada vez haya más gente con criterio músical para elegir lo que le gusta, y encima lo tengan al alcance de un click, asíque protestan.

Alguna vez me leo tu blog, y hoy justo has tocado un tema que me pone de los nervios. Tengo muchas cosas que decir sobra esta movida, pero ya me duelen los dedos jaja. Un saludo Rafa, por cierto, aunque tenga nick de japo, soy el 10 del Vienna!

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Anónimo Says....

No es el mismo ejemplo. Un escultor o pintor que vende una obra suya, vende un original a x mil euros, a un cliente para que solo él la disfrute, o a un museo que va a cobrar para que la disfruten muchos. No hace millones de copias para que la disfruten todos a módico precio, con el riesgo de que se hagan copias gratis. Los chinos serían expertos, ya lo hacen con ropa, calzado, juguetes, etc.

No sé lo que venderán Chenoa o Rosario ahora (vender, han vendido mucho), pero La Oreja ya me dirás. Y hay otros artistas grandes que también han vendido mucho y luchado mucho contra la piratería.

Estoy de acuerdo con la injusticia del canon que supone multarte antes de delinquir, pero lo de los conciertos me parece demagogia. Es como si tuviera que consentir que un cliente me robara una mesa a la que he tenido que dedicar mi tiempo en diseñar y construir, pero eso sí luego vendiera entradas para ver cómo hago una copia en directo de esa mesa. Cada concepto es distinto, y si quiero cobrar por los dos estoy en mi derecho, y si sólo por el primero también. Pero el cliente no es nadie para robar, bueno sí, es un delincuente.

Admito que haya discos que no nos gusten (o películas) y podría estar de acuerdo en poder escucharlas en algún "modo prueba", pero de eso a bajárselas por la cara... Cuando entras a un restaurante no sabes si te va a gustar la cocina, pero a nadie se le ocurre pedir que te sirvan gratis por si no te gusta lo que te sirven. Pagas al final, y si no te ha gustado no lo recomiendas y no vuelves.

Y aclaro que no tengo nada que ver con el mundo de la música, ni tampoco con el de la delincuencia.

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Corleone Says....

Bueno Anónimo la verdad que me hubiera gustado que hubieras dado nombre o nick para responderte de forma algo más personal porque está muy bien expuesto lo que comentas. Pero claro, hay cosas en las que no estoy de acuerdo.

-Cuando pongo el ejemplo de un artista, escultor en este caso, no me refiero al número de copias, ni a lo que venda en el momento de la realización de su obra. Me refiero al hecho de tener que pagar unos derechos de autor x años después por una obra ya realizada y más aún el derecho que se arrogan de cobrar en bares o restaurantes o salas de fiestas cuando suena su música. El escultor no cobra cuando la gente ve su obra en el museo al que ha vendido su escultura.

-Cuando digo lo de los conciertos, es porque si los autores se quejan de robo, más robo sufren cuando venden discos por parte de las compañías. Entonces que se quejen ante las distribuidoras, productores, intermediarios, etc, no solo ante el ciudadano que decide descargarse una canción (que no tiene por qué ser de manera gratuita)

-Lo de módico precio como tú dices, pues en fin, si te parece que está justificado cobrar 15,16,17 euros por 10 canciones sin nada más, pues será módico para ti, pero para el ciudadano medio no sé si es tan módico.

-Y claro, ya de ahí a cerrar webs o blogs por ofrecer determinado material, ya me parece el colmo. Antes del derecho de autor, está el derecho a la información y a la libertad de expresión, y no por ofrecer enlaces a descargas se es delincuente. Más delincuentes hay en compañías de discos o la cosa esa llamada SGAE.

-Dicho esto, soy partidario de una ley justa que regule y proteja los derechos de autor sin que eso interfiera en la libre navegación y en el libre intercambio de archivos por internet.

Un saludo, y gracias por hacer un comentario tan elaborado y tan bien expuesto.

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Anónimo Says....

Del lado del creador, teóricamente cualquier artista podría en principio escoger si desea cobrar una cantidad fija por su trabajo o ir a porcentaje sobre los beneficios. Pintores o escultores cobran de una vez. Muchos actores tienen la libertad de escoger lo que prefieren. Los creadores (cantantes, guionistas, directores,etc) casi siempre cobran en función de lo que el público quiera disfrutar y pague por sus creaciones. Los artistas y sus compañías cobran sobre lo que venden, si mucho, mucho, y si poco, poco. No están vendiendo un plástico redondo con colorines, sino una creación: el contenido en vídeo o audio. En cualquier caso el artista hace la obra, si se la compran cobra en el sistema que se determine, y si no pues ni un duro. Pero no es tolerable el consumo sin contraprestación económica.

Del lado del consumidor, el que quiera disfrutar de ese bien tendrá que pagar, como en cualquier otra actividad, ya sea para escuchar música en el coche, musicalizar una representación, bailar, tener hilo musical… Lo que está claro es que si quieres ver el Guernica, o pagas la entrada, o te gastas el dinero en hacerte una copia. El problema es que las obras audiovisuales son fáciles y baratas de copiar, y el Guernica no. Puedes hacer una copia pequeña, o en papel, o en color, pero la copia real al oleo es difícil y cara. ¿A que nadie se conforma con una versión MIDI?

Si la elección de música de bares, restaurantes o fiestas es indiferente, pues que los dueños contraten a músicos o que las compongan ellos (algunos lo han hecho). Pero si eligen la música de determinados artistas es porque tienen un valor. El Museo del Prado puede elegir entre hacer una exposición de mi amigo Jacinto, u otra de Caravagio. Te aseguro que la primera le saldrá económica y la otra muy cara, pero eso sí solo habrá colas para la segunda.

Desconozco lo que “roban” las discográficas, pero eso no justifica que se les “robe” también por otro lado. No voy a justificar que me atraquen en la calle solo porque también los bancos me “roban” a base de comisiones y demás trampas. Como lo hace uno, voy a dejar que lo hagan los demás. No tiene sentido. También las distribuidoras mayoristas de verduras, carnes, etc se forran multiplicando el precio en origen, y nadie va por los mercados robando manzanas y quesos por esa razón (sí por otras). Si existe este abuso, que los artistas creen un sindicato (de verdad, no como los de aquí) y luchen, como hacen el resto de trabajadores. Pero esto es aparte del consumo ilegal.

Lo de “módico” precio es un decir, es simplemente comparando con lo que te cuesta un óleo en una galería. En fin, 15 euros te lo gastas en 2 cubatas o con suerte una mierdientrada al fútbol, y seguro que lo disfrutas mucho menos.

Por supuesto que hay libertad de información y expresión, como de circulación. Pero esto no es barra libre para encubrir delitos. Yo puedo circular por donde quiera pero no puedo entrar en el Palacio de la Moncloa, o a mayor velocidad que 120 en autovías, y nadie ve en ello ningún atentado contra la libertad.

Todos sabemos de lo que estamos hablando. Al personal le gusta mucho disfrutar gratis, salvo cuando eso repercute en su jornal, porque en el fondo es un trabajo que tiene que ser remunerado.