Con los pelos de punta

Portada de XL Semanal de este fin de semana donde se ve al ex presidente del gobierno "Toby", siendo acariciado con la patita por su mascota José María Aznar. De la calidad de la foto y la iluminación, evitaré hacer cualquier tipo de comentario. Solo digo que cuando vi la portada en el kiosco, un escalofrío recorrió mi espina dorsal.

Día del libro

Día de regalar libros a los chicos, flores a las chicas, firmas de libros por parte de sus autores, recitales de poesía... En definitiva una fiesta cultural y literaria. Así este post voy a hacer mi particular "Top Five" de los libros que he leído este año.

1º y 2º Los hombres que no amaban a las mujeres. -La chica que soñaba con una cerrilla y un bidón de gasolina, de Stieg Larsson. Aunque soy bastante prejuicioso a la hora de comprar y leer un libro que sea superventas, he de reconocer que las dos primeras partes de la trilogía Millenium son sensacionales. Pura novela negra. Misterio, crímenes, investigaciones con personajes que se mueven en el filo de lo común y lo legal. Y todo ello contado de forma maravillosa, con un lenguaje sencillo, y a pesar de la gran cantidad de datos que hay, la manera de narrar ayuda a no perderse. Mucho cuidado que engancha.

3º La soledad de los números primos, Paolo Giordano. Uno de mis criterios a la hora de comprar libros, por muy tontorrón que suene, es el título. Muchas veces si el título me gusta, ni siquiera miro el resumen de la contraportada. Y este es uno de esos casos. El título me parece prodigioso, pero lo bueno, es que lo que cuenta lo es mucho más. Partiendo de una base matématica, Giordano traza una historia muy dura, donde la soledad y la imposibilidad de comunicarse se van cruzando en las vidas de dos personajes maravillosos que solo buscan algo tan esencial como es el amor.

4º Un hombre en la oscuridad, Paul Auster. Tras unas últimas novelas algo irregulares, el escritor de New Jersey vuelve por sus fueros, al terreno donde mejor se mueve: la cotidianidad. Y en este libro se aprecia muy bien. La parte que trata de la vida del viejo y enfermo August Brill es mucho más fuerte y potente, que la imaginaria, enigmática y quizás no del todo bien resuelta, historia de Owen Brick. Aún así, es una gran novela. Nada que ver con Viajes por el Scriptorium o Tombuktu.

5º Michelangelo Antonioni, de Paul Duncan. Bueno el título es bastante claro. Es un repaso por toda la obra del genio italiano. Un director que conseguía que cada plano o secuencia fuera un poema visual. Con unos planos fijos, siempre con un gusto por la simetría, que tenían una fuerza brutal. Quien todavía no haya visto la trilogía de la "incomunicabilitá" está tardando en ir a por los dvd´s de La Aventura, La Noche y El Eclipse. Pero para todo aquel que se quiera acercar a la forma de hacer cine de Antonioni, en este libro encontrará una buena guía.

Jake La Motta

Personaje: Jake La Motta.

Intérprete: Robert De Niro.

Película: Toro Salvaje.

Director: Martin Scorsese.

En el año 1980 aquella generación maravillosa e irrepetible de directores y actores que nació a finales de los 60 principios de los 70, entraba en un periodo de cierta decadencia. Arthur Penn no volvió a impresionar como lo hizo con Bonnie & Clyde. Mike Nichols no repetió ni provocó de igual manera que con El Graduado. Francis Ford Coppola era el rey tras rodar El Padrino y Apocalypse Now, pero lo que vendría después no se acercaba ni por asomo a esas dos joyas. Warrey Beatty ya no era el actor de moda. Denis Hopper estaba pasado de rosca. Peter Fonda era una sombra de lo que fue. Pakula se pensó que tenía todo hecho tras Todos los Hombres del Presidente. El histrionismo y sobreactuación de Jack Nicholson empezaba a cansar. De todo ese magnífico grupo que agonizaba, solo Al Pacino, Spielberg, y en especial De Niro y Scorsese, encararon la siguiente década con nuevos bríos, fuerza y sobre todo, realizando películas memorables.

Justo en el peor periodo de su vida, sumido en el mundo de las drogas, con muchos problemas conyugales y familiares. Cuando todo el mundo lo daba por perdido para el cine y solo quedaría el recordatorio de Malas Calles, Taxi Driver o The Band, Martin Scorsese resurgió de ese lodazal, y filmó su obra maestra, su particular ajuste de cuentas consigo mismo. Con una narración brillante, un montaje verdaderamente emocionante, unas secuencias y planos que sobrecogen, Toro Salvaje se erige como la película icono del perdedor autodestructivo. Jake La Motta es el mejor boxeador de los pesos medios, pero fuera del ring es un tipo abominable, agresivo, irascible, celoso, maltratador. En ciertos momentos, viendo la película, te alegras de que le pase algo malo, piensas que se merece lo que le ocurre. Pero conforme se acerca el final de la película y ves que el personaje no obtiene una redención, que no sale de esa maraña autodestructiva, que ya tampoco es un campeón en el cuadrilátero, sientes compasión y piedad por él.

Jake La Motta existió en verdad. La historia es real y lo que se cuenta ocurrió, por eso la actuación de De Niro cobra mucha relevancia. Y tanta relevancia cobró esa interpretación que está considerada como una de las mejores de la historia del cine. Con una fuerza, una contundencia, una violencia y una forma de actuar de manual en las "dos partes" de la película. Y digo dos partes, porque en una primera se ve el ascenso del púgil al estrellato y en la segunda su rotundo declive, ya no solo personal, sino profesional. Pero las dos tienen en común lo que ya antes reseñamos: su excesivo, para mal, carácter. Desde el momento en que pega una tremenda paliza a su hermano por unos celos injustificados, hasta el final, todo es un descenso hacia los infiernos emocionales de Jake. Los minutos finales de Toro Salvaje "abren las carnes". El supercampeón, que lo tuvo todo (éxito, fama, una mujer preciosa, dos hijos) se ha arruinado, ya no tiene su casino, lo meten en la cárcel por diversos delitos. Y el final patético de sus días, actuando como monologuista en clubs de sexta categoría, con la única compañía de una fulana. No puede haber peor final para una persona. Un auténtico final de perdedor absoluto.

Así da gusto

Esto es lo que se ve hoy si se sintoniza Telemadrid. Es algo maravilloso. La televisión que pagamos todos los madrileños pero que maneja a su antojo Esperanza Aguirre, está negra. No se ve nada, todo oscuro. Creo que hoy es el día que más he visto Telemadrid en mi vida. Poder poner Telemadrid y no tener que ver a Ely del Valle, o Curry Valenzuela, o a Buruaga, o los informativos de la cadena, auténticos panegíricos aguirrísticos, es una verdadera gozada. Los trabajadores de Telemadrid, que están hasta las narices de la dirección del Ente madrileño, se han puesto en huelga porque una serie de personajes prepotentes y soberbios no están dispuestos a escucharlos. Me parece estupendo, y más allá de estar de acuerdo con sus reivindicaciones, por una vez, y exceptuando el programa de Garci, se puede ver Telemadrid sin que te estallen los ojos y te sangren los oídos.

Berlusconi: El impresentable

Como todo el mundo sabe estos días Italia está conmocionada por el terrible terremoto que se ha llevado por delante las vida de más de 200 personas. Hay más de 1000 heridos y unas 50 000 personas están sin hogar. Bien, pues el presidente italiano, Silvio Berlusconi, según recogen teletipos y diarios como El País y El Mundo, ha dicho lo siguiente a los afectados por esta tragedia:

(Extraido de un teletipo de Europa Press)

Berlusconi anima a los desplazados por el terremoto a tomarse la experiencia como un "camping de fin de semana" (...) Berlusconi subrayó que la situación es "provisional" pero consideró que los afectados deberían "tomarse esto como un camping de fin de semana" (...) "Id hacia la costa, es Pascua, tomaos unos días, que pagamos nosotros", recomendó el primer ministro a los afectados mientras visitaba uno de los campamentos que han sido levantados por la Protección Civil en la zona de la tragedia. El primer ministro estrechó la mano de los numerosos damnificados que se han quedado sin casa y están esperando a que el Estado solucione su situación. "Tranquilizaos, nosotros nos encargamos del inventario de las casas dañadas y vosotros vais a reposar a la costa." insistió.

Este tío solo tiene un calificativo: un auténtico "Joputa". Un impresentable, un asqueroso sin escrúpulos; y la sociedad italiana, que tiene lo que se merece, se debería echar a la calle para pedir que este subnormal profundo dimita.

Habemus jaleo

El presidente del gobierno ha introducido cambios en su gabinete. Cambios, a mi modo de ver, y ya me duele decirlo, bastante criticables. Pero hay uno especialmente reprochable. A partir de ahora, la nueva ministra de Cultura será Ángeles González-Sinde, actual presidenta de la Academia de Cine. Más allá de su capacidad como cineasta (es una buena guionista), habrá que ver como se desenvuelve en su nuevo puesto ministerial. Tampoco es un nombramiento que sorprenda en exceso ya que es una de las artistas que se significó en su apoyo a Zapatero la pasada campaña electoral. Pero claro, si leemos algunas de sus declaraciones, sinceramente son para echarse a temblar como usuario de Internet. Yo no soy muy dado a descargarme música o películas por Internet, prefiero comprarlas por eso de los extras y el encanto de tener la caja de forma material, pero defiendo el libre intercambio de archivos por la red. Con estas palabras se retrató la nueva ministra:

"Hay que seguir peleando. Peleando para que las descargas ilegales no nos hagan desaparecer, para que nuestros administradores comprendan que en el negocio de la red no pueden ganar sólo las operadoras de ADSL, mientras quienes proporcionamos los contenidos, perdemos. Peleando para fomentar la venta y alquiler de películas por Internet de manera justa, cómoda y ventajosa para el usuario."

Más allá del lenguaje usado, más propio del líder ultra de un sindicato anarquista, choca mucho ese tono lastimero y quejoso. Sinceramente a mí no me dan nada de pena esta gente, y por ceñirnos a un ámbito, el del cine, he de decir que me dan mucha menos pena. Los directores de cine, productores, distribuidores, etc. se lamentan de las pérdidas que a su juicio tienen por culpa de Internet. Pero no es así, vayamos por partes. Lo que no dicen todos estos es que reciben cada año injustificadas subvenciones millonarias para hacer sus películas, subvenciones que además, este año de crisis han aumentado. Lo que no dicen es que siempre se quejan los mismos, es decir, los peores, los que cada cierto tiempo nos inundan con bodrios pretenciosos o con comedietas de chascarrillo fácil y chufla ofensiva. Y lo que no reconocen es que no es que pierdan pasta por las descargas. Si no tienen ganancias es porque, salvo esas "juvenadas acneicas" que tanto gustan a los adolescentes, la gente, entre ver la última de Eastwood, Allen o Scorsese, o ver el último y pesado ajuste de cuentas con la Guerra Civil, o un intento de comedia española, no tienen duda.

Luego se vuelven a lamentar porque dicen que no pueden competir con el mercado americano por la falta de recursos económicos, a pesar de que en EE.UU. no hay subvenciones estatales. Bueno señores, no pueden competir con el mercado americano en América, pero en España sí que podrían si ofrecieran algo que guste a la gente e interese. A mí me encanta ir al cine y voy siempre que puedo, respeto el trabajo de todos los directores, incluidos los españoles (algunos me gustan mucho) lo que no respeto es su continuo pesar y victimismo catetil; pero claro, no pueden pedir que la gente vaya al cine, pague 7 eurazos del ala por películas muy lamentables que pueden ver en su casa gratis. Y ahora, para rematar la faena y seguir viviendo de subvenciones (algún día dedicaré un post a las subvenciones) como ministra de Cultura nombran a una del gremio y de las quejicas. Pues nada, otro frente se le abre al gobierno, ahora con los internautas enfrente. Se vislumbra jaleo en el horizonte, a ver qué pasa.

¿Se puede ser más caradura?

Según Federico Jiménez Losantos, parece que el locutor no seguirá en la mañana de la COPE por decisión de la dirección. Le han ofrecido hacer dos horas por la noche junto con César Vidal. Esto ha dicho FJL sobre el asunto en una entrevista en El Mundo.

– ¿Si usted fuera la Cope, que haría consigo mismo?

– Con la crisis que hay, procuraría por todos los medios que me quedara, hasta doblándome el sueldo si fuera necesario. Y desde luego, no me movería de 'La Mañana', que es el motor de la radio y su programa de más audiencia. Eso si fuera una empresa, pero la Cope no es exactamente una empresa. Federico Jiménez Losantos. Es increíble, sorprendente y acojonante. En tiempos de crisis, si yo fuera la COPE, me subiría el sueldo. Vamos, es que no encuentro palabras para describir este ejercicio de chulería, narcisismo y poca vergüenza.

¡Qué bonito!

Ni economía, ni G20, ni Kosovo, ni casos Gürtel. Lo verdaderamente importante es que llega la primavera al gobierno de España.

Miguel Ángel Moratinos, ministro de Exteriores, en una de sus postales bucólicas.