lunes, 17 de noviembre de 2008

Algunos hombres malos

Posted on 17.11.08 by Rafael Huete

No voy a caer en el tópico (justificadísimo) de criticar a las series de ficción españolas, a cual peor y a cual más mediocre y boba. Tampoco caeré en la tentación de compararlas con series americanas como Los Soprano, A dos metros bajo tierra o Mad Men, precisamente la serie de la que quiero hablar. A menudo para que una serie me enganche necesito ver tres o cuatro capítulos, con Mad Men me enganché desde el primer minuto, cuando una cámara nos describe un bar frecuentado por altos ejecutivos y sus amiguitas en el New York de principios de los 60, y todo ello tras una espesa capa de humo de los cigarros. Y el planteamiento de la serie creo que no puede ser más sugestivo: la vida en una agencia de publicidad en plena ebullición de los medios audiovisuales, en una época donde el acoso sexual en el trabajo no estaba mal visto, donde los negros eran tratados como simples criados, donde las mujeres eran las perfectas madres, las perfectas esposas y las perfectas amas de casa. Un New York donde aparentar era fundamental, donde tener una, dos y hasta tres amantes era normal, donde el fumar tabaco Lucky Strike y beber whisky era el hobbie de todo importante ejecutivo, donde la ambición por escalar era el objetivo de todo joven rico.


El protagonista de la historia es el apuesto Don Draper. Director creativo, casado con una mujer preciosa y con dos niños. Es apreciado por sus jefes, envidiado por sus compañeros y subordinados y un mujeriego empedernido, con un pasado desconcertante y que se debate entre sus deseos contradictorios de amor a su familia y su necesidad de estar con sus "queridas". Junto a él, su secretaria Peggy Olson, que no sigue las reglas establecidas de estar guapa para su jefe; el joven ambicioso y sin escrúpulos Pete Campbell; su simpático y exigente jefe Roger Sterling; su amantísima mujer Betty, y todo un elenco de "hombres malos" y vividores; de mujeres, unas preocupadas por su estado físico y otras queriendo romper con los clichés impuestos; y empresas que necesitan de los servicios de la agencia Sterling & Cooper para darse a conocer en el incipiente mundo de la publicidad. Y el tabaco, elemento fundamental e indispensable en todos los actos de los protagonistas.



De hecho, en el tema de la publicidad, la serie nos muestra como Sterling & Cooper lleva a cabo la campaña de Lucky Strike y la de Nixon para ser presidente de EE.UU. Por si alguien que lee esto quiere ver la serie (cosa que debería hacer) no descubriré ni diré cómo llevan a cabo cada trabajo y encargo. Cabe destacar también su cuidadísima fotografía y la elegancia a la hora de filmar cada plano y cada situación. Aunque he de decir algo, aunque para mí es obra maestra, también entiendo que haya gente a la que no le guste este tipo de series de desarrollo lento y cuidado, de ahí que no deje indiferente a nadie. Pero solo un dato para los que crean en los premios: consiguió el Globo de Oro a mejor serie y a mejor actor, además de 17 nominaciones a los premio Emmy.

No Response to "Algunos hombres malos"