sábado, 14 de junio de 2008
¿Aventurero o loco? Una historia de fortaleza interior
Posted on 14.6.08 by Rafael Huete
Christopher Johnson McCandless era un chico normal. Tenía 22 años, vivía con sus padres y su hermana, tenía su propio coche, acababa de licenciarse y en teoría era una persona feliz. Pero él no se sentía así. Se puede decir que odiaba esa vida materialista. Era un empedernido lector de Jack London y Leon Tolstoi y buscaba hacerse así mismo. Quería saber qué era realmente la felicidad, quería vivir experiencias que le enriquecieran, que le hicieran salir de su vida acomodada en Virginia, de los problemas con sus padres (a quienes no quiere). Además lo tenía claro, no hacía falta nada más que estar en paz con la naturaleza para sentirse en plenitud. Su único objetivo era llegar a Alaska, descubrir qué se siente en la soledad de las llanuras heladas, sin apenas nada que comer, pero en armonía con "lo salvaje".
En el verano de 1990, sin previo aviso, se va. Huye de la sociedad material. No se lo comunica a su padre, ni a su madre, ni a su, hasta ese momento, inseparable hermana. Abandona su coche y una parte de su dinero lo dona y la otra lo quema. Cambia de nombre, ya no es Christopher McCandless, ahora es Alex Supertramp. Sus primeras etapas le llevan hasta el Oeste, llegando incluso a cruzar en kayak hasta México. Por el camino conoce a infinidad de personas, cada una con sus peculiaridades: una pareja de daneses, una familia hippie, unos recolectores de trigo. En Los Ángeles se siente tentado a abandonar su viaje, pero enseguida se da cuenta que no, que debe seguir, debe ir a Alaska y reconciliarse con el mundo, con la vida. En ese viaje conoce a gente, pero también tiene momentos de instropección, de riqueza interior.
Continúa su trayecto. Lleva más de un año fuera de su casa, sin apenas contacto con la urbe, ni siquiera con su familia. Sus padres están desesperados, y la desaparición voluntaria de su hijo les llega a unir. Su hermana le comprende, pero no entiende que ni siquiera hable con ella, ni le escriba. En ese momento Alex ya está en la frontera con Alaska tras su última parada en casa de un adorable anciano solitario. Se niega a recibir cualquier ayuda, solamenta acepta un poco de comida, un rifle y unas botas para el frío. En Abril de 1992 llega a Stampede Trail, Alaska. En mitad de la nieve encuentra un autobús abandonado donde decide instalarse.
Esta foto la hizo Alex Supertramp con su cámara fotográfica,
días antes de morir, apoyado en el autobús
Su alimentación constaba de aves y puercoespines. La única vez que mata a un reno, no se lo puede comer porque los gusanos llegaron antes. Pero en ese tiempo lo que hace es pensar, intentar comprender qué es lo que mueve al mundo, convencerse de que no hace falta estar rodeado de gente para ser feliz, sino que basta con estar con la naturaleza. En Julio decide irse de ese lugar, pero no puede. El río que cruzó, ahora ha crecido demasiado y es imposible cruzarlo. La comida escasea y se decide a probar los vegetales de la zona. Algunos de ellos son venenosos. Y ocurre. Sin saberlo, prueba una baya no comestible, y tras 113 días de aislamiento y reflexión interior, más dos años fuera de su casa, Alex Supertramp muere de inanición en una larga agonía. Su cuerpo es encontrado dos semanas después por unos cazadores dentro del autobús. En ese instante apenas pesaba 30 kilos. En la puerta rezaba la siguiente inscripción:
S.O.S., necesito su ayuda. Estoy herido, cerca de morir, y demasiado débil para hacer una caminata. Estoy completamente solo, no es ningún chiste. En el nombre de Dios, por favor permanezcan aquí para salvarme. Estoy recolectando bayas cerca de aquí y volveré esta tarde. Gracias, Chris McCandless. Agosto?
Sus palabras finales, escritas en su diario cuando era consciente de que iba a morir, eran: he tenido una vida feliz y doy gracias al Señor. Adiós, bendiciones a todos. Testimonios de guardas de la reserva de Alaska tildaron de loco y dramático a Supertramp. Le criticaban que no llevara un mapa de la zona, pues a solo 6 millas había un puente para cruzar el río, y había casetas por toda la zona donde podría haber conseguido comida. Para algunos era un héroe, un ejemplo a seguir por su tenacidad y ganas de conseguir su sueño. Para otro un cobarde que huyó de su vida y que se "suicidió" por su inmadurez y falta de experiencia. Yo lo tengo claro: fue un hombre que se quiso hacer así mismo, que se sentía fuerte mentalmente para superar esa prueba, que creyó que encontraría la felicidad y que cuando descubrió que no sería así, era tarde para rectificar.
Por otra aparte, a quien le haya interesado la historia, le recomiendo encarecidamente que lea el libro "Hacia Rutas Salvajes", de Jon Krakauer, o que vea la genial y emocionante (sí, se llora viéndola) película del mismo nombre dirigida por Sean Penn.
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8 Response to "¿Aventurero o loco? Una historia de fortaleza interior"
Menuda historia.
Todos algunas vez hemos querido hacer eso y escapar de todo.
Besos
enhorabuena por el post uno de los mejores que has hecho y muy bien escrito XD
el relato es brutal y la película está realmente bien
muchos besos!!!
Me sumo a las felicitaciones "compare" jejeje ;)
Acabo de ver la pelicula por recomendacion tuya y esta bastante bien.
Tambien esta muy bien la música ¿de quién es?
Besitos
Coincido contigo. La música hace que la película sea todavía más emotiva. La banda sonora está compuesta e interpretada por Eddie Vedder, cantante de Pearl Jam.
Besos para tí.
Rafa! Qué historia tan peculiar.
Veré la peli después de leer tu post.
De todas maneras, creo que el chico era un tontorrón en plan Kurt Cobain.
Besos!
Marisol
Acabo de ver la película y encontré este post de tu comentario cuando buscaba información de Alexander Supertramp.
La película es buenísima, quiero conseguir el libro, esta rebueno el post
La historia en sí, es impresionante la verdad...tachar de loco, eso no me corresponde, voy a mirar más información sodre él, y quizás me baje la película, que no recuerdo si la he visto, ains...
efectomariposa
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