Con el debido respeto

12 de diciembre de 2007: Todos los países se muestran encantados con la firma del nuevo Tratado europeo que sustituye al anterior, y fracasado, proyecto de Constitución. Los 27 son optimistas y dan por hecho que este nuevo texto, impulsado por Sarkozy, contará con el respaldo de todos.

Hay dos modos de ver esto. Por un lado nos podemos preguntar qué fuerza tiene Irlanda para echar atrás un tratado firmado por otros 26 países, pero sí la tiene. Polonia, República Checa e incluso Reino Unido firmaron el acuerdo de tapadillo, casi obligados y sin gustarle nada. Este "no" irlandés podría ser la excusa perfecta para que estos países que firmaron con sus reticencias, ahora rechazaran el Tratado siguiendo el ejemplo irlandés.

Por otro lado, y yo creo que al final puede ser lo que ocurra, es que los países que sí están de acuerdo, que incluso cedieron para que todos los países se sintieran integrados, refrendarán el texto en sus países, excluyendo al resto, pero eso nos llevaría, inexorablemente, a la ruptura en dos de la, ya por sí maltrecha, unidad europea. Y es que tampoco cabe otra solución porque esta era la solución que se dio tras fracasar la anterior Constitución Europea. Creo que plantear otro acuerdo constitucional sería un nuevo fracaso.

España ya fue el único país que votó a favor de esa Constitución en 2005, aunque luego Francia y Holanda se encargaran de liquidar. En esta ocasión España vuelve a apostar por la UE y su construcción con la unidad de todos. Y es que tampoco podía ser de otra manera. Gran parte de la "culpa" del crecimiento económico y social de nuestro país se lo debemos a nuestra entrada en la CEE en 1986. Aunque quizás eso tampoco influya mucho. Irlanda también creció a los pechos de la UE, y ahora ha dicho "no". Futuro muy incierto el de esta UE.