jueves, 3 de enero de 2008

Los Gritos del Silencio

Posted on 3.1.08 by Rafael Huete

Sí, ya lo sé, me he tomado demasiado descanso, pero ya he vuelto. Y si he vuelto es porque el otro día ví de nuevo una de mis películas favoritas, pero que gana con cada nuevo visionado. Me refiero a "Los Gritos del Silencio" (The Killing Fields, 1984). Es una obra brutal a la par que emocionante y emotiva, no solo por cómo está realizada, sino porque lo que cuenta pasó así, es un relato verídico, la historia del fotógrafo camboyano Dith Pran y el periodista del New York Times Sydney Schanberg.


La cinta nos lleva al año en que los jemeres rojos llegan al poder en Camboya e implantan su régimen de terror, dando lugar a que la mayoría de países occidentales huyan de Phnom Pehn, y familias enteras tengan que emigrar de sus casas. Schanberg se queda en el país, refugiado en la embajada francesa, y Pran, amigo inseparable de Schanberg, decide quedarse con él, después de conseguir que su familia pueda ser evacuada. Tras ser capturados por los jemeres, Pran consigue salvar la vida de Schanberg, pero el periodista americano no puede ayudar al fotógrafo camboyano cuando le obligan a abandonar la embajada. Tras pasar varios años en un campo de trabajo, consigue escapar a Tailandia, donde cuatro años más tarde se reecontrará con su amigo Syd, quien tras ganar el premio Pulitzer, estuvo como un loco mandando cartas y fotos a ONG´s y organizaciones de todo el mundo para encontrar a Dith Pran.



Desde el año 1975 a 1979 morirían más de dos millones de personas de una población total de ocho millones en Camboya. La brutalidad de los jemeres rojos no tenía límite, no solo a la hora de matar, sino en la utilización de niños como líderes de guerrillas y de campos de concentración (los niños eran los únicos puros que no habían conocido lo ocurrido antes del año cero, antes de la llegada de los jemeres al poder). Por otro lado todo aquel que supiera inglés y francés, o tuviera carrera de algún tipo, era automáticamente asesinado, y en este punto hay que destacar algo absolutamente dramático en relación al actor que en la película interpreta el papel de Dith Pran.



Su nombre era Haing S. Ngor, y no era actor profesional (aún así se llevó el Oscar al mejor actor secundario) sino que era médico. Ngor y toda su familia fueron capturados por los jemeres y llevados a un campo de reeducación. Su esposa estaba embarazada y era necesario practicarle una cesárea, pero si Ngor hubiera dicho que era médico, hubiera sido asesinado en ese mismo momento, por lo que no dijo nada. Tanto la madre como el niño murieron. Tras este trágico suceso, Ngor huye a Tailandia donde ayuda en los campos de refugiados, y en el año 1980 decide emigrar a EE.UU. En 1984 se presenta al casting de la película, pero sin mucha esperanza de ser elegido. Finalmente lo fue, y por ello recibió el premio de la Academia de cine de EE.UU.


Tras ser galardonado, Ngor pronunció la siguiente frase: "If I die from now on, OK! This film will go on for a hundred years" ("Si muero a partir de ahora no me importa, esta película durará para siempre"). Parecía una premonición. En 1996, Ngor paseaba por un barrio de Los Ángeles cuando fue asaltado por tres atracadores de una banda, que le intentaron robar un colgante que dentro tenía la foto de su mujer. Ngor se resistió y fue asesinado. En 1997, en honor a Haing S. Ngor, y su increíble historia, se crea la Dr. Haing S. Ngor Foundation, una asociación humanitaria que pretende que todo el mundo sepa qué es lo que realmente ocurrió durante la terrible dictadura de Pol Pot y sus jemeres rojos.


En la actualidad, tanto Sydney Schanberg como Dith Pran colaboran en el New York Times, uno como columnista y el otro como fotógrafo. Resulta curioso como el actor que daba vida a un mito de la lucha por los Derechos Humanos, se convirtió en una leyenda.

2 Response to "Los Gritos del Silencio"

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Bea Says....

Me apunto la peli. Curiosa la historia que la rodea. Gracias!
Saludos y espero que el año nuevo de para ver y comentar muchas pelis más ;)

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Anónimo Says....

Sabía de la película y de la historia del periodista, pero no de lo que le pasó al actor. Una historia muy conmovedora.

Muchos besos!!!