domingo, 2 de agosto de 2009
Algo me suena
Posted on 2.8.09 by Rafael Huete
Ella llegaba 20 minutos tarde, pero era lo de menos. Lo sorprendente es que le hubiera llamado dos años después de que le hubiera dejado a dos meses de la boda. Se saludaron cordialmente, se pusieron al día brevemente, y entraron a la cafetería. Pidieron dos cortados. Se preguntaron por sus trabajos, por su familia, por cómo iba todo, y ninguno de los dos tenía ninguna novedad importante, salvo en el tema del amor. Desde que rompieron, él solo había conocido a una chica con la que apenas duró 7 meses. Le costó superar el duro trance de la separación con su ex, y durante más de un año lo pasó realmente mal. En cambio, Beatriz acababa de terminar una relación de dos años y tres semanas con un ex waterpolista italiano. Durante más de 45 minutos, ella no paró de hablar de lo mal que se encontraba ahora, de cómo se sentía sola después de su reciente ruptura, le explicó con detalle como ella pilló a su pareja con otra en la cama y como ahora odiaba profundamente a los hombres.
-Estaban en la cama, Jaime, ¡en la cama!. No veas que cara se me quedó. Me partió el corazón, yo le amaba de verdad, y él me decía lo mismo, pero era mentira, llevaba un mes viéndose con esa fulana. No me lo creo todavía, después de más de dos años me ha hecho esto. Puff... estoy destrozada, no sé qué hacer. Después de esta experiencia creo que no volveré a enamorarme, ha sido un palo muy duro. No sabía que la gente pudiera jugar así con los sentimientos.
Él la escuchaba con atención, y fingía que le importaba más de lo que en realidad era lo que ella le contaba. Para Jaime ese fue el café más amargo de su vida... Con todo el jaleo de la conversación se le había olvidado echarle azúcar.
-Estaban en la cama, Jaime, ¡en la cama!. No veas que cara se me quedó. Me partió el corazón, yo le amaba de verdad, y él me decía lo mismo, pero era mentira, llevaba un mes viéndose con esa fulana. No me lo creo todavía, después de más de dos años me ha hecho esto. Puff... estoy destrozada, no sé qué hacer. Después de esta experiencia creo que no volveré a enamorarme, ha sido un palo muy duro. No sabía que la gente pudiera jugar así con los sentimientos.
Él la escuchaba con atención, y fingía que le importaba más de lo que en realidad era lo que ella le contaba. Para Jaime ese fue el café más amargo de su vida... Con todo el jaleo de la conversación se le había olvidado echarle azúcar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 Response to "Algo me suena"
Me parece un relato cojonudo de verdad muy bueno.
jaja, lo previsible de tus relatos es que siempre acaban con alguna sorpresa.
Publicar un comentario