lunes, 28 de abril de 2008

¿Por qué nos gustan tanto los perdedores?

Me encantan los perdedores. No sé si es porque me identifico con ellos o porque dan mucho juego en el cine, pero me encanta la figura del perdedor. De hecho, si hiciera una lista de mis diez películas favoritas, al menos en seis o siete, la figura del "loser" aparece en ellas. Y creo que no soy al único que le gusta. Porque no me imagino a nadie, que tras ver "El Apartamento", no sienta ternura, cariño e incluso una empatía personal, con C.C.Buxter (Jack Lemmon), a pesar de ser un ambicioso trabajador, pero cuando se dedica a cuidar a Fran (Shirley McLainne), Buxter se convierte en una persona que los cursis llaman, adorable. Bien es verdad que viendo el final de la película, deja de ser un derrotado.



Otra de las "películas de mi vida" es El Buscavidas. Soy de la opinión de que al menos hay una serie de películas que toda persona debería ver en su vida, y esta es una de esas. El protagonista Eddie Felson (Paul Newman) es otro perdedor, un perdedor nato, y todo por su codicia y arrogancia, por no saber aprovechar las oportunidades, por estar obsesionado con una absurda competencia que le hace hundirse en sus propias miserias. Incluso cuando encuentra el amor, la chica es otra perdedora, otra "paria" social que cree encontrar el consuelo y el amor en una persona que moralmente está peor que ella. Felson era un ganador al billar, el mejor. Esa victoria le hace ser un perdedor en lo que de verdad importa: la vida.



Por no extenderme demasiado, otro grupo de personajes cinematográficos y perdedores por antonomasia, son: Lee Marvin en "La Leyenda de la ciudad sin nombre"; Burt Lancaster en "El Abrazo de la Muerte"; Warren Oates en "Quiero la cabeza de Alfredo García"; Bill Murray en "Lost in Translation"; Paul Giamatti en "Entre Copas". Me dejo muchos más, por lo que quizás este post tenga continuación. De todas formas yo me sigo haciendo la misma pregunta del principio. ¿Por qué nos gustan tanto los perdedores?

jueves, 17 de abril de 2008

Screaming Jay Hawkins

Si en el post anterior la cosa iba de gritos, sonidos guturales, y desafines por doquier, el cantante de este video también gritaba, y aunque pudiera resultar un poco desagradable, el tipo se ganó así la vida durante más de cuarenta años. Estamos hablando de Screaming Jay Hawkins, carismático intérprete y, digamos que original músico. Este es su mayor éxito, versionado después y sin gritos, por otros grupos y cantantes: I put a spell on you.

miércoles, 16 de abril de 2008

Me duelen los oídos

La otra noche estuve viendo esto en la televisión:




Tras lo cual me pregunté lo que se pregunta Matías:

martes, 15 de abril de 2008

Ojos negros tienes...


Chris Detrick, Salt Lake City.

lunes, 7 de abril de 2008

¡¡¡CAMPEONES!!!!

Este post es simplemente para felicitar (y autofelicitarme) al Chelno. ¿Qué es el Chelno? Bueno pues es un pedazo de equipo de fútbol, del que me siento muy contento de formar parte, y que ha quedado campeón de liga en su grupo en el distrito de Latina, Madrid, y que ahora jugaremos las fases finales para ser campeones absolutos. Así que nada, a por ello chicos que seguro que hacemos un muy buen papel... ¡¡¡Aupa CHELNO!!!



martes, 1 de abril de 2008

Relatos: Un día cualquiera

Este primer relato es especial porque también fue uno de los primeros que escribí, y bueno, como todo lo que se escribe, refleja un momento concreto de tu propia vida. No es un prodigio de imaginación, y quizás por eso le tengo cariño.


Un día cualquiera

Apaga el sonido del despertador por cuarta vez. Son las 7.00. Se levanta y anda descalzo hasta el baño. Tras echarse un poco de agua en la cara, va hasta la cocina y toma un vaso de leche con cacao. Odia el café. No iba a ducharse porque ya lo hizo anoche. Pantalón azul marino de pinzas, camisa beige, corbata y calcetines de ejecutivo. El autobús está lleno, pero le reconforta ver todas las mañanas las caras conocidas de los viajeros mientras leen los periódicos gratuitos. Ficha a las 8.23, siete minutos antes de lo estipulado. Por delante ocho horas de monótono trabajo. Almuerza el menú del día en el bar de abajo. Vuelta al curro hasta las 18.30. Coge el 132, ahora con menos gente. Llega a casa. En el contestador no hay mensajes. Se prepara una ensalada para la cena y ve la tele en el salón. Encima de la mesa solo hay una revista de autodefinidos incompletos. Son las 22.00. Enciende la radio, se tumba en la cama, y programa el despertador a las 6.00. Mañana es sábado.
Corleone

In-modestia aparte

Muchas personas me han preguntado que por qué no subía o escribía alguno de mis "relatos hiprebreves" (aquellos que no exceden de los 1000 caracteres) por aquí, porque tampoco es cuestión de publicar guiones e historias de páginas y páginas. Bueno he de reconocer que con estas cosas soy muy pudoroso, y mucho más cuando la calidad, en esos textos, no aparece por ningún lado. Otros me dicen que si no lo hago por miedo a que puedan plagiarlo o algo de eso. Bueno ni mucho menos. Puestos a plagiar que copien a Kafka, Borges o Houllebecq. Pero por si alguien tiene el gusto echado a perder, he de decir que los textos escritos por servidor están debidamente registrados en la Sociedad de Autores. Pero cuestiones legales al margen, vuelvo a repetir que mis mayores reticencias vienen dadas por el pudor que me produce enseñar lo que escribo. Muchos dirán que no es la primera vez que hago eso, que he mostrado guiones, cuentos, relatos, etc, pero bueno, no sé por qué me parece diferente publicarlos por aquí, y más cuando en este blog siempre he hablado de todo lo relacionado con la cultura (y a veces con la incultura) me produce cierto sonrojo publicar cosas mías en este espacio. Todo esto para decir que me he animado, y bueno iré subiendo cositas sueltas por aquí. Todo aquel que tenga la gentileza de leerlos, le pido que sea (o no, sino quiere) benevolente con lo escrito.